Estrategia Nacional Convivencia Escolar
La Estrategia Nacional de Educación para la Convivencia Pacífica y Prevención de la Violencia 2016-2020, constituye una respuesta a las necesidades y proyectos de formación integral de la niñez y juventud guatemalteca en el marco de la Política General de Gobierno 2016-2020 y el Plan Estratégico de Educación 2016-2020. Estamos “Comprometidos con la Educación” y entre los ejes prioritarios hemos definido el mejoramiento de la calidad educativa y los modelos de gestión. A partir de los Acuerdos de Paz y de los procesos de reforma educativa se ha expresado la prioridad de la formación de una nueva ciudadanía que favorezca la construcción de una sociedad democrática, intercultural, justa, equitativa y capaz de generar una cultura de paz.
La presente administración asume el desafío para generar cambios efectivos en los procesos de aprendizaje y en la manera de crear nuevas prácticas pedagógicas que garanticen el cumplimiento de los fines planteados en la Constitución Política de la República de Guatemala y la Ley Nacional de Educación. El centro vital de la calidad educativa lo enfocamos en las escuelas y las comunidades del país. No podemos hablar de un cambio de paradigma educativo si no se manifiestan en la práctica aprendizajes relativos a la convivencia pacífica por parte de la niñez y la juventud; pero especialmente en líneas de acción que promuevan la participación individual y colectiva en la erradicación de la violencia, en el marco de la edificación de un proyecto de nación que reconozca las diferencias étnicas, culturales, lingüísticas y de género.
La convivencia pacífica, la cultura de paz, la prevención de la violencia y la equidad étnica y de género constituyen componentes esenciales sin los cuales los individuos carecerían de una educación bajo la perspectiva de los derechos humanos. Aún más, sin dichos componentes será muy difícil que el país avance hacia el fortalecimiento de un Estado democrático de derecho. Por tanto, se hace necesario que la niñez y juventud cuenten con experiencias educativas que promuevan la armonía.
Por la propia naturaleza de los aprendizajes, se considera básica la participación de la comunidad educativa, de tal forma que los padres y madres de familia, los maestros, directores y la comunidad en general participen comprometidos con la educación de la niñez y la juventud. Debemos construir una sociedad que fortalezca los factores de protección y erradique las condiciones de riesgo social en que viven millones de guatemaltecos. El estar “Comprometidos con la Educación” nos conduce a ejercer un liderazgo y la rectoría del sector a través de acciones descentralizadas y legitimadas con la participación de las comunidades y los pueblos que componemos Guatemala.